Para empezar hay que tomárselo con
calma y no asustarse por ese terrible sonido ha roto, puesto que, ya se ha roto,
y no puedes hacer nada más. Sólo te queda recoger con calma para no cortarte.
Lo primero es recoger los pedazos
grandes. Tras ello, si el vaso estaba lleno de líquido, la prioridad es secar
el líquido con papel de cocina, nada
de fregonas, ya que rayarían el suelo y los cristales podrían quedarse
atrapados en sus cintas. El papel de cocina es idóneo para este caso, ya que además
de secar, atrapa los cristalitos dejándolos pegados en el papel. Si estaba vacío,
con cuidado puedes barrer el suelo o si dispones de aspirador es mejor que lo
utilices. De esa forma aseguras no cortarte ni desplazar los cristales de un
lado a otro, ya que también podrían rayar el suelo.
Si todavía no te quedas
tranquil@, puedes volver a pasar papel de cocina humedecido o sino pasar cinta
adhesiva para atrapar los supervivientes del accidente sin cortarte.